Milán es una ciudad enorme, con algo menos de millón y medio de habitantes es la capital de la Lombardía y la segunda de mayor población del país tras Roma.
La sensación cuando llegas a ella es la de una ciudad muy grande pero de corte moderno, que en algunos momentos recuerda a Madrid, con grandes avenidas del tipo de "La Castellana": la torre Pirelli, San Siro (Giusseppe Meazza), estadio del Milán A.C y del Inter de Milán, y muchos edificios clásicos, la mayoría consulados, de hecho Berlusconi se ha planteado llevarse dos ministerios a Milán.
Pero esa primera impresión que te llevas cuando entras por esas grandes avenidas por la ciudad, la piedes cuando llegas a la plaza del Duomo (Catedral) de Milán, allí tenemos un Milán antiguo y lleno de patrimonio cultural, arquitectónico y artístico.
Toda ciudad tiene un elemento arquitectónico característico que sobresale por encima de las demás, pero creo pocas veces es tan abismal la diferencia entre la catedral y los demás monumentos de la ciudad.
La Catedral ó Duomo de Milán es, además de una maravilla arquitectónica, un templo colosal, de unas dimensiones y características espectaculares, tiene cinco naves en total, una central y dos a cada lado, mas de cuarenta pilares, transepto, coro y ábside, mas de 130 agujas y mas de 2200 estatuas en su exterior, teniendo en cuenta que tiene los tejados abiertos al público, ofrece unas vistas espectaculares, entre las estatuas cabe destacar la Madoninna , que es una estatua de cobre dorado que constituye el punto mas alto de la catedral.
La catedral es Gótica, aunque tan recargada de estatuas bien pudiera parecer barroca, el interior es visitable gratuitamente, y merece la pena por su amplitud, sus suelos muy cuidados, las vidrieras, varias tumbas y retablos destacables y un altar de mármol rodeado de estatuas doradas.
El Duomo estuvo cuatrocientos años inacabada hasta que Napoleón, que había conquistado el norte de Italia, se empeñó en acabarla con dinero francés, lo cual le trajo muchos quebraderos de cabeza ante los franceses.
Una cosa curiosa es que es muy distinta verla frontalmente ó verla desde el lateral izquierdo, en estas dos últimas fotos de la catedral vereis la diferencia, cuando la has visto de frente piensas que es insuperable, entonces te diriges a ver las galerías de Víctor Manuel II y la ves de perfil izquierdo y ahí si que es insuperable.
Entre el resto de patrimonio artístico destaca la iglesia de Santa María Della Gracia, sobretodo porque allí se encuentra “la última cena” de Leonardo Da Vinci.
Además cabe destacar al lado de la catedral las célebres galerías Víctor Manuel II, constituida por dos arcadas seguidas de una bóveda de vidrio que se cruzan formando un octógono, en ella los 4 escudos de las principales ciudades italianas, la cruz roja de Milán, la loba de Roma, el libro de Florencia y el toro de Turín con leyenda incluida que dice al pisar al toro sus partes nobles y girar sobre tí mismo tres veces se cumplen tus deseos y vuelves a Milán, así que imaginad como estará el pobre toro, en la fotografía puede apreciarse el desgaste del mosaico en esa parte. La galería une dos puntos fundamentales de la ciudad, la plaza del duomo y la plaza del teatro de la scala.
Además de varias estatuas como la de Leonardo de Vinci que dan grandeza a varias plazas por último destacaré el castillo sforcesco, fundado por la familia Sforza que en la actualidad es el museo de arte antiguo y el museo arqueológico.
En Resumen una gran ciudad, en parte clásica y en parte moderna, con muchos lugares que merece la pena visitar, una ciudad cosmopolita, sede de la moda europea y de la bolsa italiana, pero que por encima de todo destaca por tener la catedral mas hermosa y colosal del mundo.