Confesiones de un Fotógrafo Aficionado.: octubre 2014

Aquisgrán, en alemán Aachen, es una ciudad de unos 240000 habitantes, perteneciente a Renania del norte - Wesfalia, que por su situación geográfica limítrofe entre tres países (Alemania, Bélgica y Holanda) y por su condición de ciudad balneario tuvo una enorme importancia hasta avanzado el siglo XVI.

Entre otros sucesos importantes, en esta ciudad ocurrió el primer acto de la coronación de Carlos V, (los otros dos actos ocurrieron en Bolonia), además su catedral fue el tercer lugar del mundo que incluyó la UNESCO en su lista de Patrimonio de la Humanidad.

Y no es para menos, la ciudad tiene media docena de lugares reseñables, pero la catedral posee un exterior magnífico y un interior espectacular.

Esta catedral, que es la mas antigua del norte de Europa, consta de una serie de construcciones posteriores alrededor de la Capilla Palatina, levantada en el siglo VIII, y que durante mucho tiempo fue el monumento mas alto del norte de Europa y el máximo representante del arte Carolingio.

Como anécdota también reseñar que fue la primera ciudad alemana en ser tomada por tropas aliadas tras la Segunda Guerra Mundial.

La Capilla Palatina es una construcción de dos pisos que consiste en un octógono rodeado por un hexadecágono y sobre ellos una gran cúpula que está basado en las grandes iglesias bizantinas que Carlomagno admiraba.

La Capilla Palatina

El coro, añadido en el siglo XV, de la misma anchura que el octógono,
un milagro arquitectónico.

El Coro tras la capilla Palatina

La cúpula de la Capilla Palatina

La Markt Platz además de tener la fachada principal del ayuntamiento posee una fuente de 1620, en ella podemos ver una réplica de la famosa estatua de Carlomagno, con un orbe en su mano izquierda, representando el poder religioso y un cetro en la derecha que representa el poder secular.

Otro lugar que no podemos dejar de ver es Ponttor, uno de los dos restos de la muralla que rodeaba la ciudad, concretamente en la parte noroeste de la ciudad, fue construido en 1920 y consiste en una torre de dos pisos unida a una barbacana por un pasillo con almenas que en su día fue un foso.

Ponttor

Entrada desde la barbacana hacia la torre en Ponttor.

No menos impresionante es Marschiertor, la otra torre que aún hoy se conserva de la muralla original de Aquisgrán, se comenzó a construir en 1257 y se cree que llevó cerca de 50 años completarla, tiene una altura de cinco pisos y originalmente tenía una barbacana como la de Ponttor que fue demolida en el siglo XVIII tras el gran incendio de la ciudad.

Como anécdota contaré que una puerta estaba abierta y subí con mi hijo de cinco años a explorar escaleras arriba, hasta la segunda planta, donde fuimos expulsados al grito de "esto es un lugar privado".

Al parecer la torre está custodiada por la "Oecher Penn", un club privado de carácter militar que desde hace años organizan el famoso carnaval de Aquisgrán y que se encargan del mantenimiento y restauración de la torre.

Marschertor

La ciudad tiene además otros muchos lugares destacables como éstos:

Estación central de Aquisgrán.

Quellenhof (El hotel spa, mas prestigioso de toda Alemania)

Jardines de Quellenhof

El teatro de Aquisgrán, levantado a primeros del siglo XIX posee una fachada con ocho columnas jónicas que sostienen un frontón en el que aparecen representadas la musa de la tragedia (Melpóneme) a la derecha y la musa de la comedia (Talía) a la izquierda.

Uno de los lugares mas curiosos de la ciudad es la fuente Puppenbrunnen, creada por Bonifatius Stirnberg de 1975 y que consiste en una serie de marionetas articuladas que hacen las delicias de niños y mayores jugando a poner los muñecos en infinidad de posturas.

He dejado para el final el Rathaus, un espectacular ayuntamiento del siglo XIV, de estilo gótico, que se levanta sobre los cimientos de lo que en su día fue el palacio imperial de Carlomagno, del que tan solo sobrevivió la torre Granus, la derecha de la fachada principal.

Ya por último dos recomendaciones para todo aquel que lea esta líneas:

Visitar una ciudad muy bien comunicada por tren tanto con Bruselas, como con Colonia, que merece la pena no perderse y comer en la Marktplatz, en el restaurante cuya terraza se encuentra a los pies de la fuente de Carlomagno y sirve una exquisita comida típica alemana.