Confesiones de un Fotógrafo Aficionado.: abril 2015

La Haya es la tercera ciudad en número de habitantes de los Países Bajos, con una población en torno al millón de habitantes en su área metropolitana, una ciudad cosmopolita y diversa, con unos contrastes enormes entre algunos de sus distritos, es conocida internacionalmente porque es allí donde se encuentran la mayor parte de los organismos internacionales de justicia de las Naciones Unidas: la Corte Internacional de Justicia, la Corte Internacional Penal, la Europol y el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia son sólo algunos de los mas importantes.

También destaca esta ciudad por ser el centro económico y político de Holanda, allí vive la familia real holandesa, con Guillermo Alejandro a la cabeza.

La ciudad se encuentra estratégicamente situada cerca del puerto mas importante de Europa (Rotterdam) y de ciudades muy ricas como Delft y Leiden, cuyas contabilidades están en la Haya.

Los contrastes por distritos de los que hablé al principio se notan sobretodo en tres de ellos: el distrito financiero y judicial, el centro histórico y el distrito de Scheveningen, donde se encuentra la playa al Mar del Norte y del que cabe decir la curiosidad de que alli nació el Barón Thyssen.

Los Edificios mas importantes de la ciudad son:

La Binnenhof, un conjunto de edificios neogóticos donde se reune el parlamento y constituye el centro político de la ciudad.

Ridderzaal: Dentro del Binnehof, tambien llamado el salón de los caballeros, desde allí el rey de Holanda da su discurso anual

Het Torentje: Despacho del primer ministro holandés.

Palacio Noordeinde: Lugar de trabajo del Rey de Holanda.

Palacio de la Paz: Sede del derecho internacional, en el se encuentran La Corte Internacional de Justicia y La Corte Permanente de Arbitraje.

Kurhaus: Hotel de lujo y casino frente a la playa de Scheveningen.

Muelle Scheveningse: Espectacular adentrándose en el Mar del Norte, es además una sala de exposiciones.

The Sting: Un espectacular centro comercial en la calle gravenstraat.

Parque Paleistuin: Formado por los jardines del palacio Noordeinde y el edificio de las Caballerizas Reales. Un espacio abierto enorme para disfrutar de la naturaleza.

Ridderzaal

Fuente Neogótica de la Binnenhof

Guillermo I de Orange

Guillermo I de Orange (frente al palacio Noordeinde: Residencia de los reyes)

Johan de Witt

Vista de la Binnenhof a través del lago Hofvijver

Ridderzaal (Interior de la Binnenhof)

Torre del Ridderzaal

Llama Mundial de La Paz

Vistas a Het Torentje desde el Hofvijver

Distrito financiero

Nieuwe Kerk

The Sting

Goude Hooft : Uno de los Hoteles mas importantes de la ciudad

Caballerizas Reales: Junto al parque Paleistuin

Johan Van Oldenbarnevelt

Guillermo II de Orange

Estación de Trenes de La Haya

Mi experiencia personal en La Haya fue muy satisfactoria, llegamos de Amsterdam alrededor de las 11:00 a.m y disponíamos de unas diez horas para ver la ciudad antes de regresar a la ciudad de los canales.

Lo primero que te sorprende es su estación, moderna y modernista, de ahí aun hay que andar un trecho para alcanzar el centro, hablamos de una ciudad muy extensa, de amplias avenidas, pasamos por una plaza en la que pudimos ver una estatua de Guillermo de Orange en pie y no tardamos en llegar a el estanque Hofvijver, junto a el se encontraba el parlamento holandés, unos edificios espectaculares que bien merecían una visita.

Tras mucho andar vimos el Palacio Noordeinde, Los Jardines Palestuin, Las Caballerizas Reales hasta llegar al Palacio de la Paz, un gran lugar para repostar y planificar la tarde que sin duda nos llevaría al distrito de Scheveningen, un tranvía nos acercó allí donde mi hijo de 5 años y yo probamos el Mar del Norte, un mar bravo, frío y con mucho oleaje. El paseo marítimo increible, una feria frente al casino, con muchos tiovivos que hicieron disfrutar, no solo al fotógrafo aficionado, sino también a mis hijos de 5 y 2 años.

Una ciudad, en resumen, que vale la pena visitar, con mucho ambiente, hasta las siete de la tarde, hora en la que la gente empieza a desaparecer, el camino de vuelta a la estación le hicimos absolutamente solos.

Muchos palacios, mucho patrimonio artístico, ambiente y una playa encantadora que una vez estés alli, jamás olvidarás y que da entrada a un gélido y espectacular Mar del Norte.